
28 Abr De las bacterias a los virus: ¿qué grupos de microbios hay?
“Bajo cualquier criterio posible, razonable u honesto, las bacterias son, y han sido siempre, la forma de vida dominante sobre la Tierra”. Quien suscribe estas palabras fue el paleontólogo estadounidense, geólogo y biólogo evolutivo Stephen Jay Gould, para quien no hay una “edad de la humanidad”, como muchas veces nos referimos a nuestro tiempo, marcado por un profundo antropocentrismo. Somos importantes y hemos hecho mucho en muy poco tiempo, pero nuestro reinado y nuestra presencia no es ubicua, como sí la es la de los microbios, entre ellos las bacterias.
De hecho, nuestro planeta ha estado siempre en la edad de los microorganismos o, también denominados, microbios, pues ahí estaban en los primeros fósiles que fueron sepultados en rocas hace más de 3.500 millones de años, “apenas” 1.000 millones después de la formación de nuestro planeta.
Desde que surgieron las primeras células y comenzaron a replicarse, la vida se ha diversificado de una forma asombrosa en nuestro planeta. En los últimos siglos, la ciencia ha procurado describir y explicar esta enorme variedad, de ahí que se hiciera necesaria una clasificación, que se apoya en la sistemática. Para entenderlo mejor, y antes de entrar en los grupos de microbios, nos ponemos en antecedentes.
Linneo, “padre” de la taxonomía de los seres vivos
La clasificación de los seres vivos o taxonomía tiene un nombre propio que destaca sobre todos los demás: el del científico sueco Carlos Linneo, considerado como su creador. En el siglo XVIII, Linneo diseñó un sistema de nomenclatura binomial (de dos nombres), que se sigue utilizando en la actualidad. Según este sistema, el nombre científico de un organismo tiene dos partes: el nombre genérico y un epíteto específico (un adjetivo o modificador). Por ejemplo, un género de hongo unicelular (levaduras), la Candida albicans.
Por convención, los nombres del género y de la especie se escriben en letra cursiva. El género solo se puede usar sin el epíteto en los casos en los que se refiere al conjunto total de especies que lo forman, mientras que el epíteto no tiene sentido solo. Esta nomenclatura se escribe en latín o con palabras latinizadas y cuando alguien describe un género o una especie por primera vez tiene el privilegio de darle un nombre.
No confundir género con sexo
Además, otro aspecto que conviene destacar es el género de los microorganismos. Y, para ellos, hay que diferenciar entre género y sexo, como señala Fernando A. Navarro, del servicio de traducción médica de la compañía F. Hoffmann-LaRoche. En este artículo, Navarro explica que la «confusión entre género y sexo deriva probablemente del hecho de que las denominaciones de los dos géneros gramaticales, masculino y femenino, son idénticas a las de los dos sexos». Aunque, como matiza, «en el mundo inanimado no cabe posibilidad alguna de confusión«, pues nadie diría que la gripe, por ejemplo, es masculino o femenina.
Navarro aclara que el género es un «accidente gramatical» que sirve para indicar la clase a la que pertenece un sustantivo por el hecho de concertar con él una forma de la flexión del adjetivo y del pronombre. «No es, por lo tanto, más que un recurso sintáctico para expresar la concordancia», añade. Los doctores Rodolfo Notario y Noemí Borda también indican en este artículo que los microorganismos no tienen género desde el punto de vista sexual. Según su explicación, «no está bien escribir la Escherichia, o el Staphylococcus. No se puede escribir “en el pus abdominal se aisló una Klebsiella pneumoniae” sino “en el pus abdominal se aisló Klebsiella pneumoniae”.
Los 6 reinos de los seres vivos
El género y especie son dos de los niveles que Linneo estableció para su clasificación jerárquica de los seres vivos, que dividió de la siguiente manera: imperio, reino, clase, orden, género, especie y variedad. Muchos biólogos reconocen hoy una categoría por encima del reino, el dominio, quedando las categorías taxonómicas de esta forma. En 1990, Carl R. Woese renombró los nuevos grupos por lo que postuló el sistema de tres dominios formado por Bacteria, Archaea y Eucarya y dejó los reinos en seis, que es la clasificación más extendida actualmente.
Los seis reinos de los seres vivos
Los 6 grandes grupos de microbios
Los microbios tienen su propia taxonomía y se clasifican en seis grandes grupos: bacterias, arqueas, algas, hongos, protozoos y virus, si bien estos últimos no se pueden considerar como seres vivos, pues necesitan de una célula huésped para replicarse.
Los microbios pueden ser procariotas (células que carecen de un núcleo verdadero, como las arqueas y bacterias) o eucariotas (células con un núcleo verdadero, como las algas y los hongos). Los microorganismos eucariotas que no son ni algas ni hongos pero que son eucariotas se denominan protistas o protozoos.
Entre los seres vivos más simples que existen se encuentran las bacterias que causan la neumonía, con tan solo 687 genes.
Virus, los piratas microbianos
La mayoría de los microbios son inofensivos para nuestra salud y la de muchos seres vivos. De hecho, muchos juegan un papel clave en la biosfera, al proporcionar oxígeno, como las algas. Sin embargo, hay otros que son patógenos y pueden provocar infecciones.
Entre estos últimos están los virus, viroides y priones, que solo se pueden replicar de forma parasitaria, es decir, saboteando un huésped (una célula viva). De hecho, hay algunos científicos que los denominan “microbios subcelulares” para distinguirlos de los microbios propiamente dichos.
La bióloga Rene Fester Kratz y la profesora y escritora Donna Rae Siegfried califican a los virus como los “piratas del mundo microbiano”. Son ultramicroscópicos, mucho más pequeños que una bacteria, por ejemplo, pero capaces de provocar auténticas catástrofes, como la que el mundo vive en la actualidad a causa de un tipo de coronavirus, el SARS-CoV-2 o más conocido como Covid-19. Otros, como los priones, también pueden causar temibles enfermedades, como la de las vacas locas.
Virus coronavirus Covid19 / Foto: Alissa Eckert, MS; Dan Higgins, MAMS
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